Una defensa de sobresaliente

Una defensa de nota… de buena nota, nunca mejor dicho. En el VCF Infantil B han contado esta temporada con una línea defensiva difícil de superar en los terrenos de juego… y sobre todo en las aulas donde tres de sus integrantes han recibido en los últimos meses el Premio Extraordinario al Rendimiento Académico de Primaria de la Generalitat Valenciana.  

El guardameta Luis Romero, el lateral izquierdo Adrián Ruiz y el central David Miranda demuestran que es posible combinar los estudios con la pasión por el fútbol, aunque ello suponga un gran esfuerzo, sacrificios y algunas renuncias. Siendo ejemplo y bandera de la apuesta que desde la Academia VCF se hace para que los jugadores, desde bien pequeños y hasta los más mayores, no descuiden los estudios y generen unos hábitos de trabajo que son beneficiosos para su desarrollo tanto en las aulas como en el terreno de juego.

En la portería Luis ejerce el liderazgo solitario de los guardametas. Llega a la Ciutat Esportiva de Paterna cada día desde Castelló, en la comarca de la Ribera, en uno de los autobuses de ruta que dispone el club. Con los consejos de su padre -que llegó a jugar en Tercera, en los campos de tierra de aquella época- y siendo consciente de que es ejemplo para su hermano pequeño Enzo, también portero.

Las matemáticas, la biología y el inglés son las asignaturas preferidas en un jugador que tiene como particularidad que es zurdo de pie, pero diestro con la mano. Lateralidad cruzada que en su caso no es ningún obstáculo para los estudios ni para el juego en el que ordena desde atrás la defensa: “Es el líder de la defensa, mandando y organizando el equipo” explica su técnico Alfredo Ramos. “Además tiene unos grandes reflejos bajo palos”.

Adrián como Luis es zurdo de pie y diestro de mano. Los pies para jugar en banda, de lateral o interior. Las manos para escribir, estudiar y seguir el ejemplo de casa. Aprovecha cualquier rato para hacer los deberes, al mediodía tras la comida, mientras otros compañeros juegan en el patio del Colegio Santiago Grisolía de Valencia, a la salida cuando se va al colegio donde trabaja su madre y le espera haciendo deberes en un despacho adjunto o en el Aula de Estudio de la Ciutat Esportiva de Paterna.

Sueña con emular a Gayà -“es su referente y su bandera” reconoce Manolo, su padre. Le queda un largo camino en la Academia VCF a la que llegó tras haber jugador en el Discóbolo La Torre y el E1 Paiporta. “Es muy constante en su aprendizaje” destaca Alfredo Ramos. “Tiene una gran capacidad de esfuerzo y es muy disciplinado”.

David completa el trío, habiendo sido además, en alguna ocasión el capitán del equipo con todo lo que ello conlleva. “Es un jugador muy contundente en defensa” señala Alfredo. “Con mucha personalidad y disciplina. Nunca da un balón por perdido”.

“David es un 10” explica su padre. “Es tan responsable que no tenemos ningún problema con él. Lo que sí hacemos es intentar inculcarle el valor del esfuerzo para conseguir las cosas” explica David padre. Y el hijo sigue el ejemplo. Si hace falta levantándose a las 6 de la mañana para estudiar lo que se quedó pendiente de la jornada anterior.

El camino es largo, tanto en los estudios como en el fútbol donde David se inició hace 5 años en la Academia VCF en un Benjamín del que queda como único componente. En casa sus padres, profesores, le acompañan en sus primeros pasos por Secundaria en donde mantiene también la excelencia.

Llega ahora el turno para las vacaciones de Luis, Adrián y David tras un año atípico por los condicionantes que la crisis sanitaria ha supuesto en el fútbol y en los colegios.   Toca ahora tomar un respiro y prepararse para la próxima temporada donde nuevamente el balón y los libros irán de la mano. Como dice el lema de la Academia VCF: Educamos personas, formamos futbolistas.